domingo, 9 de mayo de 2010

Reflexión en una clase.

Nos encontramos en una clase en la cual la mayoría de los niños son “normales”, tres son ambiciosos y uno vago.
Ante esta situación hemos elegido un plan de estudio para solucionar los problemas que puedan surgir en la clase, buscar soluciones al respecto y llevarlas a cabo de la manera más adecuada.
Primero, realizaremos unas tutorías con los padres de los alumnos ambiciosos y del alumno vago para concienciarles del problema que tienen sus hijos, puesto que es el primer agente de la educación. Sacaremos en conclusión qué es aquello que le motiva a alumno vago y la manera de solventar el problema de los alumnos ambiciosos.
Posteriormente, realizaremos actividades por grupos para que aquellos niños ambiciosos se adapten a las tareas dictadas por el profesor ayudando al resto de la clase. Para ello lo valoraremos de forma positiva pero sin puntuarles con nota. Dichas actividades las expondrán en clase para el resto de sus compañeros, en igualdad de condiciones.
Hemos propuesto dos charlas con ejercicios prácticos que desarrollamos a continuación:

1) Haremos un corro con los alumnos de clase y preguntaremos a cada uno qué es para ellos una persona vaga y lo contrario de vaga. Después de que cada niño nos de su opinión les explicaremos lo que es bueno para ellos y la postura correcta.
A continuación haremos grupos y les repartiremos una cartulina por grupo y deberán dibujar en un lado de dicha cartulina lo que hace una persona vaga y en la otra lo que no haría una persona vaga.

2) En esta charla les explicaremos que por el mero hecho de ser vagos no significa que no puedan ser inteligentes o lleguen a ser los mejores (dedicado a los vagos), pero que pasa conseguir sus metas no hay que pisotear a ningún compañero, sino que hay que ayudarse entre sí (referido a los ambiciosos)
Como actividad les repartiremos una cartulina donde por grupos harán el paisaje que más les guste (montaña, nieve, playa) y lo dibujarán colectivamente. En cuanto lo acaben serán recompensados con salir pronto al patio. Así el niño vago se dará prisa y los niños ambiciosos ayudarán a sus compañeros para salir pronto al patio por el bien común de todos.

Hemos propuesto estas actividades, pero podríamos proponer muchas más para ayudar a los niños que destacan por una cosa u otra.

“Pobre es quien no está satisfecho y rico quien se contenta con lo que tiene y disfruta de cuanto los demás poseen”

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